Entrenar a tu perro es una necesidad absoluta, no hay duda de ello; pero ¿cómo puedes hacerlo disfrutando a la vez?
Sigue leyendo para obtener una información valiosa al respecto y consejos sobre cómo hacer más fácil el entrenamiento de tu perro y un esfuerzo más exitoso para ti. En muy poco tiempo tendrás un perro inteligente y con mejor comportamiento que la media y los dos seréis mucho más felices por ello.
Animar a hacer ejercicio a tu perro es una buena manera de deshacerse de la energía reprimida que puede impedir la formación. A través de esta técnica se establece una actitud calmada en tu perro. Esto no quiere decir cansar al animal completamente, pero hacer que resople un poco y se canse puede reducir en gran medida la sobreexcitación cuando reciba el entrenamiento.
Entrena a tu perro usando el refuerzo positivo. Esto no significa castigar a tu mascota cuando haga algo mal; en su lugar, simplemente no reforzar el comportamiento negativo. El refuerzo negativo podría hacer que tu perro se asuste hasta de ti. El refuerzo positivo asegurará que tu perro va a querer hacer cosas buenas con mayor frecuencia con el fin de recibir golosinas y elogios.
La comida es una de las mejores herramientas de refuerzo positivo disponibles para el propietario en el proceso de entrenamiento del perro. Alimentar a un perro después de que se ha comportado aceptablemente es un mensaje poderoso que cualquier perro va a entender. Por supuesto, los perros no deben tener hambre… Sin embargo, asociar la hora de comer con la obtención del éxito en lo que trate de conseguir en ese momento del entrenamiento animará a tu perro a trabajar más para cumplir con las expectativas que puedas tener sobre él.
Recuerda que el entrenamiento de tu perro no sólo debe ser divertido para ti, para tu perro también. No lo obligues a aprender «trucos» si no se está divirtiendo en su aprendizaje. Serás capaz de saber si está disfrutando midiendo la respuesta a tus elogios después de que complete con éxito un truco o una actividad.
Enseñar a tu perro la instrucción «sienta». Esta instrucción/orden es útil para utilizarla cuando se den, o por iniciativa propia, situaciones de emergencia. Un perro que ha aprendido bien la orden de «sienta» puede caer al suelo en cualquier momento en una situación irritable, por lo que es una gran instrucción para mantener en el «cajón de los trucos» del entrenamiento por razones de seguridad.
Cuando te decidas a entrenar a tu perro, asegúrate de que tienes la paciencia suficiente con respecto a tu mascota. Todos los perros son únicos y aprenden a ritmos diferentes. Para ser eficaz en el entrenamiento de tu perro, asegúrate de que tienes la paciencia para llevarlo a cabo. Trata a tu perro con amabilidad, incluso si él o ella ponen a prueba tu paciencia.
Como hemos comentado, el refuerzo positivo debe utilizarse al entrenar a tu perro; recompensas en forma de comida pueden usarse, pero no son la única opción. Un simple «buen perro» o una palmada en la cabeza puede ser igual de eficaz. Haciendo de la formación una experiencia agradable, encontrarás que tu perro trabaja más duro para complacerte.
Después de leer este artículo debes ser más consciente y estar un poco más preparado para hacer frente a la tarea de entrenar a tu perro. Utiliza los consejos y trucos que has aprendido de este artículo y aplícalos a una rutina básica que sea la misma cada vez que trabajes con tu perro. Aunque puede que no sea la tarea más fácil del mundo, el entrenamiento de tu perro es de gran beneficio para él, para todo el mundo que entre en contacto con él/ella y lo más importante: realmente te permitirá disfrutar más la vida también.