La etoxiquina y tu perro

En un artículo anterior mencionamos la etoxiquina y sus posibles problemas al hablar sobre una comida saludable para nuestros compañeros caninos. El uso directo de la etoxiquina en alimentos para personas está prohibido en una buena parte de países del primer mundo. Aunque en contraste, este “veneno” se usa directamente como conservante en otros países, y en algunas comidas para nuestras mascotas.

Incluso si su uso ha sido aprobado por algunos países para consumo, entre ellos Estados Unidos, sorprendentemente este compuesto no ha sido completamente testado por su potencial cancerígeno. La etoxiquina ha sido catalogada como posible compuesto cancerígeno. Un producto químico muy similar, la 1,2-dihidro-2,2,4-trimetilquinolina, ha sido comprobado que realmente tiene actividad carcinogénica en ratas, efecto potencialmente carcinogénico previo al almacenamiento o transporte de comidas.

etoxiquina

Fuente de la imagen: Wikepedia

La etoxiquina se encuentra actualmente autorizada en Europa a forma de aditivo en cantidades de 150 mg/kg, usada como antioxidante para las comidas de pescado. Previene la oxidación de los ácidos altamente insaturados y la combustión espontánea de estos alimentos durante su transporte y almacenamiento. La Organización Internacional Marítima (IMO) requiere que se añada un antioxidante a las comidas de pescado previo a su envío para asegurar que su transporte y almacenamiento sean seguros. La etoxiquina es uno de los antioxidantes más utilizados actualmente.

Nos encontramos a la espera de que la EFSA (European Food Safety Authority) nos de una nueva opinión sobre la seguridad y eficacia de este conservante para finales de Agosto de este año.

El estudio de la etoxiquina realizado aquí en Europa durante Noviembre de 2015 determina que el riesgo en su consumo no es concluyente.

Algunas empresas que fabrican alimentos para perros hacen uso de la etoxiquina por sus propiedades de conservante para grasas. El origen de la controversia sobre este compuesto usado como conservante radica precisamente en el hecho de que también se usa como pesticida y para la fabricación de plásticos.

Debido a que algunos expertos afirman que con el trato correcto este aditivo sintético no es tóxico, países como Estados Unidos han aceptado su uso con el mensaje de que “puede ser usado con seguridad en comidas para animales,” siguiendo las regulaciones apropiadas.

Según un estudio hecho por una empresa productora de etoxiquina de Estados Unidos, los efectos del químico aparentemente dependen de la dosis e incluyen los siguientes síntomas:

Acumulación del pigmento de la hemoglobina en el hígado.

Aumento de la cantidad de enzimas del hígado en sangre.

El documento del estudio concluye que: “Aunque estos cambios son debidos a la etoxiquina en la dieta, el pigmento no está hecho de etoxiquina en sí, y la importancia para la salud de estos hallazgos es desconocida.”

Por suerte, aunque la etoxiquina pueda llegar a añadirse directamente en la comida para perros este no suele ser el caso. Usualmente, es añadida de forma indirecta a las recetas como consecuencia del uso de estas comidas de pescado preservadas con etoxiquina en el momento de su captura. El problema es que debido a este preciso motivo puede estar presente incluso en algunas comidas que no la marquen en su etiqueta.

Para un perro que no sufra problemas de salud, una pequeña traza de etoxiquina probablemente sea segura. Sin embargo, a diferencia de las personas que suelen cambiar de comida a diario, nuestros perros casi siempre comen la misma comida continuamente.

Cualquier sustancia potencialmente tóxica presente en los alimentos, sin importar que sea en simples trazas, si es ingerida con cada comida, cada día de la semana, año tras año, se convierte en un problema totalmente distinto. Es una exposición acumulativa, y el efecto de la consumición constante de etoxiquina puede ser preocupante, incluso si no está totalmente confirmado que realmente cause problemas de salud.

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