La mejor forma de elegir el tipo de comida para tu perro

Existen tres opciones de comida canina o comida para perros. Una vez tu cachorro ha pasado su primer año deberías empezar el cambio de comida para cachorros a su versión adulta. ¿Qué tipo de pienso deberías elegir? Hay tres tipos de comida para perros, seca, semi-húmeda o enlatada.

Los alimentos secos son usualmente la opción más popular y llevan un largo proceso de elaboración. La mayoría de empresas empiezan con las materias primas como el grano, la carne y las grasas. La forma de fabricación es la siguiente:

Proceden a moler y mezclar los ingredientes para facilitar la disponibilidad de los nutrientes.

El siguiente paso es un proceso llamado extrusión que utiliza una extrusora. Una extrusora es una máquina que parece como un tornillo dentro de un barril. La comida es cocinada cuando atraviesa el barril mientras cambia la velocidad de giro del tornillo. Así es como se cocina el pienso para perros y el resultado es una pasta esponjosa. En este momento se manda a través de una boquilla donde se corta con un cuchillo. Las nuevas croquetas ahora van a una secadora donde toda su humedad es eliminada.

El último paso consiste en recubrir estas croquetas con líquidos o polvos, este es el momento en que se añaden los potenciadores del sabor y las grasas.

Las comidas semi-húmedas se hacen con un procedimiento muy parecido al de los alimentos secos, pero mientras pasan por la extrusora y la máquina de secado la temperatura es menor a la usada para la comida seca. Los alimentos semi-húmedos obviamente tienen más humedad y por tanto hay un mayor riesgo de que se estropeen por culpa del moho y las bacterias. Para ayudar a prevenir estos problemas, los fabricantes formulan las comidas semi-húmedas con inhibidores de moho y bacterias antes de conservarlos en bolsas aislantes de la humedad.

Las comidas enlatadas existen desde alrededor del 1800. La comida enlatada (o comida blanda para perros) consiste en alimentos sellados en una lata para luego ser esterilizados con calor. Los ingredientes crudos se usan como lo son en la comida seca y semi-húmeda. Estos son luego añadidos a una mezcladora para ser cocinados. Una vez cocinados, mientras se mantienen calientes, son trasladados a la maquina que los repartirá en las latas. Una vez dentro de las latas estas se sellan al vacío y esterilizan.

Ahora que ya tienes una idea general de cómo se fabrican los distintos tipos de comida para perros es el momento de decidir cuál es la mejor para el tuyo si lo alimentas con productos comprados en la tienda.

Puede que quieras mantenerte lejos de la comida semi-húmeda. Tal y como hiciste durante su período de cachorro. La comida semi-húmeda suele tener altas concentraciones de sal y azúcar. El azúcar puede contribuir a la gingivitis lo que puede hacer que pierda algún diente. El exceso de sal puede provocar la deshidratación en algunos perros. Si de verdad quieres alimentar a base de comida semi-húmeda a tu perro, puedes directamente añadir algo de agua al pienso deshidratado, pero ve con cuidado de no añadir demasiada.

El pienso suele hinchar cuando se le añade agua y es posible que provoque algo de hinchazón en tu perro. Trata de usar sobre todo comida deshidratada o enlatada. Para una mejor conclusión, deberías observar a tu perro para decidir si prefieres comida enlatada o deshidratada. ¿Es de una raza grande? Los perros de raza grande suelen comer más que los pequeños, y posiblemente te resulte más beneficioso comprar la comida deshidratada que la enlatada ya que se vende en grandes cantidades.

Las comidas enlatadas son mejores para las razas de perro pequeñas, pero ten cuidado con esto porque a veces con la comida enlatada puedes notar una acumulación más rápida de sarro y placa en tu perro. Al final acabarás dándote cuenta de que realmente es tu perro quién tomará la decisión del tipo de comida por ti. Tras múltiples pruebas de distintos tipos de alimentos, podrás notar que es el propio animal el que se verá más inclinado por uno u otro.

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