No todos los perros son grandes nadadores, y en algunos casos pueden incluso tenerle miedo al agua la primera vez que se acercan a ella.
Otros perros se lo toman con más calma, como el protagonista del siguiente vídeo.
Muchas razas como los Labrador Retriever o los Terranova llevan el agua en sus venas. Si disfrutas de la compañía de este tipo de perro y alguna vez lo has llevado cerca de zonas con lagos o parques con piscinas lo más probable es que tu compañero haya decidido zambullirse de cabeza.
La natación no solo le resulta divertida si no que es un ejercicio con muchos beneficios para tu perro. La resistencia del agua hace que tu perro tenga que trabajar más para nadar que cuando se encuentra en tierra firme corriendo o andando. Si empiezas a llevar a tu perro a sesiones regulares de natación, con el tiempo te podrás dar cuenta de que habrá ganado fuerza y tono muscular como resultado. Su sistema cardiovascular y respiratorio también ganarán muchos beneficios, mucho mayores de los que ganaría ejercitando en tierra y evitando sus posibles daños asociados.
Te puede resultar sorprendente saber que un minuto de natación es el equivalente a aproximadamente cuatro minutos de carrera, según el Dr Arleigh Reynolds, Cirujano Veterinario y Psicólogo Canino.
En perros que gozan de buena salud, la natación debería acompañarse junto a otros ejercicios en tierra, para asegurar que sus huesos se mantienen fuertes.
Si el agua de la piscina ha sido templada previamente los músculos de los perros tardarán menos en “calentar” lo que serviría de ayuda para ayudar a su relajación y mejorar su rango de movimiento. Además, si tu perro no está muy contento con tu idea de llevarlo a nadar, la temperatura del agua hará que se encuentre más agusto y disfrutará mucho más de la experiencia. A más disfrute tu perro, más duro trabajará, y el resultado será más beneficioso.
Muchos entrenadores de perros usan la terapia de natación para ayudar a sus animales, e incluso construyen piscinas especiales para que puedan nadar con regularidad. La natación es un gran ejercicio para relajar a los perros y ayudarlos a liberar su acumulación de energía.
En el caso de los perros que sufran condiciones médicas que les impidan hacer ejercicio en tierra debido a los impactos causados por el propio ejercicio, la natación es un gran sustituto y en la mayoría de casos mejorará su salud y reducirá el tiempo necesario para su recuperación. La terapia de natación hoy día se usa cada vez más en la rehabilitación de perros con problemas como la artritis, displasia de cadera y codo, roturas de ligamentos, cirugías ortopédicas, derrames cerebrales, parálisis, degeneración muscular, y pre / post quirúrgica de acondicionamiento.
En el caso de perros con sobrepeso, en tierra puede ser bastante difícil darle las sesiones necesarias de ejercicio sin afectar a sus huesos y articulaciones. El agua es una plataforma ideal en estos casos, ya que la natación les ayudará a quemar calorías y mejorar su metabolismo sin miedo a estos problemas. Junto a una buena dieta y sesiones regulares de natación devolver tu perro a su peso óptimo será una tarea mucho más sencilla.
Ya sea por premiar a tu perro con algo de diversión, o ayudarlo con la recuperación de algún problema de salud, la natación siempre será una gran opción. Ver a tu perro relajarse en el agua y disfrutar un buen rato es una sensación de la que nunca puedes cansarte.