Cuando salen a pasear es difícil no fijarse en Rex, un boxer, y su mejor amigo Smores, una cobaya.
Al fin y al cabo Rex va en silla de ruedas, y el lugar favorito de Smores es la cesta rosa de su silla en la que va acurrucado.
Mucha gente pregunta a Holly Walthers, dueña de Smores y Rex, si Smores trata de salirse del sidecar. La respuesta que da Holly siempre es la misma, según ella Smores nunca ha llegado ni a intentarlo. La cobaya adora a Rex y siempre le acompaña allá donde vaya.
Holly es también propietaria de “Vail Doggie Day Spa & Lodging” en Avon, Colorado.
Antes de que estos mejores amigos fueran unidos por la cadera llevaban vidas muy distintas. A Rex se lo encontraron como perro callejero en Octubre de 2015 dentro del condado de Orange, California, con mielopatía degenerativa (enfermedad de la médula que con el tiempo causa parálisis en las patas traseras de un perro). Rex tenía 10 años cuando lo encontraron.
Vivió en una perrera donde acabó listado para la eutanasia, pero un grupo de amantes de los boxer de California se lanzó a la acción para encontrar alguién capaz de hacerse cargo de un perro con necesidades especiales que lo rescatara.
En ese momento fue cuando fue contactado el grupo de rescate de Walthers, “Leo Puppy Mill Survivor”. Grupo creado en honor a su fallecido perro Leo, que fue rescatado de un criadero y murió de cáncer en 2014.
Holly menciona que en el momento en que aceptaron a Rex, el grupo “Sachi Animal Rescue” lo sacó de la perrera y se lo llevó directamente a ellos. Una vez llegó a su nuevo hogar, Rex todavía era capaz de usar sus patas traseras, pero ya empezaba a tambalearse. Desde Octubre de 2015 hasta 2016 lo llevaron todo lo posible a que se diera caminatas hasta que ya no le fue posible debido a su condición degenerativa.
Por esas fechas Rex disfrutaba de la compañía de Tyson, otro boxer que padecía su misma mielopatía degenerativa. Lamentablemente Tyson falleció, dejando a Rex sin su mejor amigo.
Rex ya no era capaz de caminar y eso que tenía sus ruedas. Según Holly se encontraba algo abandonado tras la muerte de Tyson.
La misma semana que Tyson falleció, una muchacha le preguntó si podía hacerse cargo de una cobaya que fue rescatada de una mala situación. La cobaya estaba a salvo en su hogar, pero recibía muy poca atención de sus hijos y quería darle una vida mejor.
Holly aceptó hacerse cargo de Smores. Dejaron a la cobaya suelta e inmediatamente se apegó a Rex, quién buscaba una nueva compañía tanto como ella. Ambos han sido inseparables desde entonces.
Según Holly siempre que Rex se sienta en su silla en la oficina del Spa Vail Doggie ella siempre está haciéndole compañía. Tienen preparada una pequeña caja solo para Smores por si otros perros visitan la oficina. No hay muchos perros de los que se fiarían de dejar solos con Smores.
Si Smores no está en la oficina al lado de Rex es que estará fuera en su carro, haciendo de su eterno copiloto.
Es posible apreciar cuanto se adoran Rex y Smores y como disfrutan de uno de sus paseos diarios en el siguiente vídeo: