Al igual que con los seres humanos, los perros pueden sentirse muy acalorados durante la temporada de verano. Es importante mantenerlos hidratados, ya que pueden deshidratarse o incluso peor, pueden sufrir un golpe de calor. Muchos dueños les dan a sus perros agua fría y hielo, e incluso lo dan como golosinas. La pregunta, sin embargo, es ¿hay algún peligro por darles hielo o alimentos congelados?
La respuesta es que no hay peligros para la mascota por comer hielo o alimentos congelados. Es seguro siempre que se le de en circunstancias normales. De hecho, no importa qué estación del año sea, los perros aman el hielo y una gran cantidad de conductistas (una rama de la psicología que trabaja la conducta tanto de personas como de animales) incluso recomiendan golosinas y juguetes fríos para dárselos a su perro.
Razones por las cuales los perros consumen hielo.
Antes de que los perros se domesticaran, vivieron en la naturaleza y tuvieron que valerse por sí mismos durante las diferentes estaciones del año. Durante el invierno, cuando sus fuentes de agua estaban congeladas, tuvieron que conformarse con lo que estaba disponible en su entorno, por lo que comían hielo. A pesar de que ya no es el caso de los perros domesticados, su perro todavía puede tener esa inclinación ancestral depositada profundamente en su conducta para así explicar su amor por el hielo y la nieve.
Sin embargo, a veces también puede darse el caso de que su perro esté deshidratado y busque una forma de saciar su sed; dándole igual como. Sobretodo en los meses de invierno, su perro podría comer nieve. De la misma manera que a nosotros no nos gusta beber agua estancada, si no se cambia el agua del perro hasta que lo termina, éste no va a querer beber el agua que se queda en su tazón y el resultado final será la deshidratación. El truco es dar a su perro agua fresca a diario. Cada vez que lo alimenta, es importante reemplazar el agua en su cuenco. De esta manera, estarás seguro de que nunca se deshidratará. Por desgracia, la nieve no se considera un sustituto para el agua. Sólo contiene un 5% de agua y no logra suplir las necesidades de hidratación diaria de su perro.
No obstante, si su perro no para de comer hielo o nieve puede ser que tenga alguna enfermedad de la que aún no se es consciente. Si nota que come una gran cantidad de hielo, sobretodo en invierno, puede significar que su perro está sufriendo de insuficiencia renal, síndrome de Cushing u otro tipo de enfermedades. Sin embargo, no tiene por qué alarmarse a la primera de cambio. Sea consciente de que hábitos tiene su perrito y obsérvelo durante varias semanas. Si de verdad piensa que puede estar enfermo entonces llévelo a un especialista. Pues, como ya hemos dicho, puede ser que simplemente le guste el hielo y quiera comérselo, sin necesidad de estar enfermo.
Por otro lado, debe tener en cuenta que a pesar de que el consumo de hielo u otras golosinas congeladas no produzca ningún daño a largo plazo si que puede afectar negativamente a su perro en ciertos aspectos. Por ejemplo, puede hacerse daño en los dientes, causarle cierta fatiga e incluso asfixiarse, sobre todo si su perro come o bebe demasiado rápido. Asimismo también hay que tener en cuenta que durante los días más calurosos del verano, no hay que darle hielo cuando esté muy caliente o sufra de un golpe de calor. Pues es al parecer muy peligroso, ya que el agua fría o hielo puede conducir a la constricción de los vasos sanguíneos en su cuerpo, lo cual luego retrasará la disminución de su temperatura corporal.
En conclusión, y como se suele decir, demasiado de algo es malo, por lo que es importante actuar con cautela, incluso con las cosas más pequeñas. Pues aunque si está bien para los perros comer hielo, no se debe exagerar. Las golosinas heladas ocasionales no son nada de qué preocuparse. El objetivo es mantener a su perro hidratado y saludable en todo momento. Siempre asegúrese de que tiene un buen suministro de agua dulce para evitar la deshidratación y el exceso de ganas de darse un festival en la nieve.