Si quieres a tu perro, ¡no lo abraces!
Como humanos que somos nos comportamos como tales y expresamos nuestros sentimientos con el contacto y la conexión física; nos resulta muy agradable y reconfortante. Por este motivo pensamos que a nuestro perro también le agrada, y podemos actuar de manera que incomode o haga sufrir a nuestro perro.
Tienes que tener en cuenta las siguientes indicaciones cuando te relaciones con tu perro, hablamos de cosas que le molestan:
- El oído es uno de los sentidos más desarrollados del perro. Has podido observar cómo lo afectan los truenos y los fuegos artificiales. También pueden llegar a alterarlo ruidos cotidianos, como el de la aspiradora o el del secador de pelo.
- Hay ciertos olores que, aunque para ti sean más que agradables, resultan detestables para los perros y su excepcional olfato. Es el caso de los aromas de distintos productos de limpieza de la casa. Y es un hecho que no soportan los perfumes, prefieren tu olor natural.
- Darle toquecitos y palmaditas en la cabeza. Si prestas atención, observarás que ante esta acción tuya, el animal cierra los ojos y agacha la cabeza, como un gesto de sumisión.
- Apretarle los mofletes. Es que así, aunque no lo parezca, estás bloqueando su movilidad y muchos de sus sentidos.
- Que le soplen en el hocico o en las orejas. Resístete a esta acción, aunque la cara que ponga el peludo sea por demás graciosa.
- Que les toquen las plantas de los pies. Son zonas muy sensibles de su cuerpo y pueden sentir cosquillas.
Lo ideal es que siempre busques ponerte en el lugar de tu perro y que trates de interpretar su lenguaje corporal para saber qué le agrada o le desagrada.
Intenta evitar hacer cosas que molesten a tu amigo de cuatro patas. especialmente abrazarlo. Aquí te explicamos porqué.
Abrazar a nuestro perro parece algo inevitable, su apariencia de peluche (especialmente cuando son pequeños), lo hacen irresistible y no queremos más que apretarlo y abrazarlo.
Sin embargo un estudio científico revela que los perros odian los abrazos
Según el estudio publicado en la revista Psychology Today, Stanley Coren, de la Universidadde British Columbia, dijo que los perros responden de manera diferente a este tipo de expresiones de cariño de los seres humanos.
¿Cómo lo hicieron?
Tomaron fotos de unos 250 perros en el momento justo en el que eran abrazados por sus dueños. Estas fotos revelarían el lenguaje corporal del animal, el cual deja ver claramente sus sentimientos. Encontraron que alrededor del 82 por ciento de las fotografías muestran «perros desgraciados», y explicó que los perros muestran signos de sufrimiento cuando muestran sus dientes, vuelven la cabeza lejos de algo, o cierran parcialmente sus ojos.
Solo un 7,6 % pareció dejar ver que estaban a gusto con los abrazos (quizá en esto pueda influir la raza, el tiempo que lleve junto a su dueño o el vínculo especial que hayan formado entre ellos).
Aproximadamente un 10% se mantuvo neutral mientras los abrazaban.
La diferencia de porcentajes fue abrumadora, pudiendo afirmar que los perros odian los abrazos.
La conclusión fue que un abrazo lo hace permanecer inmovilizado, lo cual permite que se sienta atrapado y que no pueda realizar lo que realmente quiere: moverse y correr.
Signos corporales que demuestran el malestar de tu perro
Los perros no tienen el don del habla como las personas, por lo que buscan otras maneras de comunicarse, bien sea con los seres humanos o con sus congéneres.
¿Cuáles son las pruebas de que un perro está incómodo según el lenguaje corporal?
- Orejas hacia atrás
Cuando un perro deja ir sus orejas hacia atrás, esto es muestra de incomodidad, nerviosismo y miedo.
- Lengua fuera
Si las orejas atrás además van acompañadas de la boca abierta con la lengua fuera, no hay duda de que tu perro está estresado. Si lo estás abrazando y tiene esa postura, lo mejor será que lo sueltes y lo dejes estar tranquilo.
- Movimientos temblorosos
Si mientras abrazas a tu perro este tiembla, o parece que lo hace, es porque se siente asustado e incómodo, quiere que dejes de hacer lo que sea que estés haciendo y que él no entiende.
- Se acurruca
Si llamas a tu perro y este está hecho un rosco en algún rincón de la casa y te mira como de reojo, olvídalo, te está diciendo “necesito espacio”. Un abrazo no es una buena idea ahora.
- Se retuerce
Ya sea que lo tengas en brazos o no, tu perro se retuerce, no quiere seguir con lo que estén haciendo. Déjalo en el suelo y dale su espacio.
Así que ya ves, si quieres a tu perro, ¡no lo abraces!
El sentido común nos indica que ocasionalmente podemos hacerlo siempre teniendo en cuenta estas consideraciones y respetando la naturaleza «canina» de nuestro compañero.
Es un esfuerzo que debemos hacer si queremos realmente mejorar la relación con nuestro perro y vivir ambos más felizmente.
Fuentes:
1 comentario en «¿Realmente quieres a tu perro? Confírmalo…»